Los terribles dos, esa etapa en la que mi hija descubre que tiene voz, y que si lo hace muy muy fuerte puede tener hasta voto, no se pone nada que no quiera, su frase del día es – ESO NO GUSTA!!!! – entre grito, lagrima y tirada al piso para empezar con una rabieta, simplemente por que le saque una camiseta blanca para ponérsela debajo de la ropa (ahora para poder ponérsela me toca meterla dentro de la camisa o vestido que ella escogió ese día). Las primera veces uno lo encuentra hasta simpático, uno piensa, tan linda ya habla! Tiene carácter, pero cuando la situación es pan de cada día, tienes cita en el medico a las 10:00 am, son las 9:45 y sigues batallando para que se vista, la cosa es a otro precio, la mirada histérica de mamá loca se asoma, en mi caso siento que se me sube la tensión y me toca ir al baño a calmarme, respirara y salir cogerla a la fuerza y se vistió y punto. Sale uno de la casa con cara de “Mamá” y la muchachita en el coche lista para dormir de todo lo que lloró! Y ese sentimiento de culpa que muy en el fondo a todas nos toca.
Pero después me acuerdo de mi mamá diciéndome – los hijos piden a gritos que los eduquen - así que no hay por qué sentirse mal, a la larga por los próximos diez años nos toca el trabajo sucio, regañar, limpiar, cocinar, planchar, consentir, volver a gritar, regañar, consentir, limpiar, curar, regañar, cocinar… después me imagino la cosa pasa otro plano.
Mientras tanto nos toca no solo recurrir a consejos de quienes ya pasaron por esto, de las mamás de uno, (pidiéndoles que intenten no celebrar las rabietas y que por una sola vez tomen partido hacia las hijas y no hacia los nietos) y cuanto libro hay, tomar lo mejor de cada uno, adaptarlo a su estilo de crianza y rogar al cielo que funcione, porque si en los primeros años de ser mamá sentí que la piel se marco, el reflejo en el espejo cambio, desde que cumplió dos siento un década encima que trae consigo una furia y una frustración que solo se refleja en canas y mas canas. En mi caso lo que hice fue lo siguiente:
1.
Me calme: es decir el adulto soy yo, no puedo ponerme al igual que mi hija, haciendo rabitas porque ella hace una, gritar cuando ella grita y llorar cuando ella llora. Si pude con trabajos con jefes y colegas no muy gratos, y clientes detestables, puedo con esta situación. El cambio empieza por una, bajar el tono, ser más firme y tener muy claro en la cabeza como es que voy a reaccionar de acá en adelante (aunque no siempre se logre, YO TAMBIEN ESTOY APRENDIENDO!)
2.
Advertencia y consecuencia: 1,2 Y 3 números mágicos, en mi caso han funcionado, la primera advierto, la segunda ya debe estar haciendo lo que pedí, y a la tercera ya va la consecuencia. Si se queda en la advertencia la embarro, ya no hay nada que hacer el sistema lo acaba de echar a perder. Ejemplo, le paso los marcadores con hojas, si rayas la mesa te los quito, sigue en el mismo juego pendejo con cara de picara (que me dan es ganas de comérmela a besos) dos, y si no lo ha dejado digo 3 y lo quito. Sin rollo, si hay lágrimas para mí todo sigue igual. Si llora que llore pero no se los vuelvo a prestar. EL tiempo fuero a veces lo utilizo pero creo que ya ni le importa o le parece un juego, y como ya no tiene pañales, es el momento en que se orina en venganza por mi castigo.
Advertencia y consecuencia: 1,2 Y 3 números mágicos, en mi caso han funcionado, la primera advierto, la segunda ya debe estar haciendo lo que pedí, y a la tercera ya va la consecuencia. Si se queda en la advertencia la embarro, ya no hay nada que hacer el sistema lo acaba de echar a perder. Ejemplo, le paso los marcadores con hojas, si rayas la mesa te los quito, sigue en el mismo juego pendejo con cara de picara (que me dan es ganas de comérmela a besos) dos, y si no lo ha dejado digo 3 y lo quito. Sin rollo, si hay lágrimas para mí todo sigue igual. Si llora que llore pero no se los vuelvo a prestar. EL tiempo fuero a veces lo utilizo pero creo que ya ni le importa o le parece un juego, y como ya no tiene pañales, es el momento en que se orina en venganza por mi castigo.
3. Enfocar esa energía: cánselos hasta que se duerman, llévelos al parque y que corran hasta que pidan irse a la casa. En el parque no hay pataletas (a no ser que peleen con otro niño) pero por lo general están felices, y yo también me tomo un café y si estoy de buenas me encuentro con una amiga para hablar.
4.
Rutina: soy una fiel seguidora de las rutinas, al punto que hay una cartelera en mi casa con la rutina de mi hija, que días tiene clase de que, a qué horas, que se hace por la noche y en que orden, se la hice con muñequitos y colores, así que por ejemplo cuando ya es de noche le digo – mira la cartelera, ya comiste? Ahora que sigue – ella va mira y me dice baño – y no pelea. Cuando no quiere simplemente le digo – no lo digo yo, lo dice la cartelera – y tema solucionado.
Rutina: soy una fiel seguidora de las rutinas, al punto que hay una cartelera en mi casa con la rutina de mi hija, que días tiene clase de que, a qué horas, que se hace por la noche y en que orden, se la hice con muñequitos y colores, así que por ejemplo cuando ya es de noche le digo – mira la cartelera, ya comiste? Ahora que sigue – ella va mira y me dice baño – y no pelea. Cuando no quiere simplemente le digo – no lo digo yo, lo dice la cartelera – y tema solucionado.
5
. Consiga un jardín infantil: ya es el momento de buscar preescolar, jardín, o escuelita, un par de horas al día en las que cada una tenga su espacio no está nada mal, el enano se está creciendo y nos toco empezarlo a dejar un par de horitas para que crezca.
. Consiga un jardín infantil: ya es el momento de buscar preescolar, jardín, o escuelita, un par de horas al día en las que cada una tenga su espacio no está nada mal, el enano se está creciendo y nos toco empezarlo a dejar un par de horitas para que crezca.
Y bueno rogar a Dios que esto funcione, porque si así es hora no quiero imaginarme como va hacer cuando entre a la aborrescencia!!